Vacunación
La vacunación consiste en inocular al cuerpo una enfermedad para producir defensas específicas. Esta enfermedad generalmente tiene que estar causado por un microorganismo (virus, bacteria, protozoo). Por otro lado, están lo que llamamos vacunas para la alergia, pero eso es otro tema diferente y hablaremos sobre ello en otro post.
Obviamente cuando vacunamos lo que se utilizan son microorganismos muertos, debilitados o fragmentos de ellos, unidos a algunos adyuvantes que hacen que el sistema inmunitario desarrolle la respuesta inmunológica más adecuada.
Por norma general, buscamos que se generen anticuerpos contra esa enfermedad, lo que llamamos respuesta inmunológica humoral y de la que son responsables los linfocitos B. Las vacunas provocaran lo que se llaman linfocitos de memoria y la producción de anticuerpos contra estas enfermedades será mucho más rápida el día que entren en contacto con el germen real. Estos anticuerpos reconocerán a los gérmenes y los inactivaran cuando los vean de modo que la enfermedad no se reproducirá o sus síntomas serán más leves.
Después del COVID, incluso estando vacunados todos o casi todos hemos cogido COVID o gripe, pero generalmente de una forma mucho más leve. Y esto es importante saberlo, las vacunas no son mágicas. No son unas barreras infranqueables de las enfermedades, y los organismos pueden tener fallos de defensa por lo que estar vacunado no convierte, por desgracia a nuestros animales en seres invulnerables.
Por otro lado, microorganismos mas grandes como los protozoos (Leishmania) requieren un tipo de respuesta inmunitaria diferente, la respuesta celular mediada por los linfocitos T. éstos reconocen las células infectadas y las destruyen. Por lo que el mecanismo de acción de estas vacunas es un poco diferente, pero más adelante dedicaremos otro artículo a la Leishmania por si solita que da mucho que hablar.
No existe el PROTOCOLO ESTANDAR de vacunas. Hace unos años la asociación veterinaria de pequeños animales mundial (WSAVA) publicó unas guías orientativas con las vacunas que ellos consideraban esenciales, cuales no y cuales eran obligatorias por ley.
En función de la especie, edad, estilo de vida y legislación de la comunidad autónoma cada veterinario os realizará un protocolo vacunal que mejor se ajuste a vuestra mascota y sus necesidades.